Era una niña de ojos grandes como lunas, con la sonrisa suave del
amanecer. Huérfana siempre desde que ella recordara, se había asociado a un
acróbata con el que recorría, de aquí para allá, los pueblos hospitalarios de
la India. Ambos se habían especializado en un número circense que consistía en
que la niña trepaba por un largo palo que el hombre sostenía sobre sus hombros.
La prueba no estaba ni mucho menos exenta de riesgos.
Por eso, el hombre le indicó a la
niña:
--Amiguita, para evitar que pueda ocurrirnos un accidente, lo mejor será
que, mientras hacemos nuestro número, yo me ocupe de lo que tú estás haciendo y
tú de lo que estoy haciendo yo.
De ese modo no correremos peligro,
pequeña.
Pero la niña, clavando sus ojos enormes y expresivos en los de su
compañero, replicó:
--No,
Babu, eso no es lo acertado. Yo me ocuparé de mí y tú te ocuparás de ti, y así,
estando cada uno muy pendiente de lo que uno mismo hace, evitaremos cualquier
accidente.
*Reflexión: Permanece vigilante de ti y libra tus propias batallas
en lugar de intervenir en las de otros. Atento de ti mismo, así avanzarás
seguro por la vía hacia la Liberación definitiva.
En breve publicaré más imágenes sobre “MOTIVACIÓN Y REFLEXIÓN” mientras tanto, te recomiendo que
visites los diferentes enlaces que
encontraras en mi web.
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